Francia no quiere una norma Euro 7 demasiado estricta que pondría en peligro su industria automotriz.
El estándar Euro 7 preocupa a los fabricantes, lo cual es lógico, pero también al gobierno francés. Esta semana, en una entrevista con Le Figaro, Bruno Le Maire no dudó en hacer saber que el proyecto no le convenía: "Algunas propuestas que circulan son excesivas. Nuestros constructores no podrán seguir". Por tanto, el Ministro de Economía ha respaldado públicamente la posición de Alemania.
Por el momento, no hay texto oficial. El trabajo se lleva a cabo sobre una base proporcionada por un consorcio de laboratorios, a petición de la Comisión Europea. Sus recomendaciones son muy severas, hasta el punto de que casi condenan el motor puramente térmico.
Sin embargo, la norma Euro 7 debe entrar en vigor en 2025. A escala industrial, es mañana. Carlos Tavares, jefe de Stellantis, también fue muy crítico: "¡el estándar Euro 7 va más allá de las simples reglas de la física! Haría simplemente imposible seguir fabricando autos térmicos". Porque además de volver a bajar los umbrales, el consorcio propone condiciones de aplicación mucho más estrictas.
Por lo tanto, ¡podemos imaginar un intenso cabildeo entre bastidores! Y parece que ya está dando sus primeros frutos. Nuestros colegas de Journal Auto revelan que Francia está en camino de obtener flexibilidad gracias a la movilización de la PFA, la Plataforma Automotriz (que aglutina a la industria automotriz francesa).
Entre los avances obtenidos, estaría el mantenimiento de una tolerancia entre el banco de medidas y la realidad y sobre todo el abandono del respeto de los límites para todos los caminos (por ejemplo en montaña) y todas las condiciones climáticas, incluso extremas. Para las marcas, esta condición era impensable con los motores térmicos. Sin embargo, las empresas ya han tenido que invertir masivamente para mejorar sus motores bajo el estándar Euro 6. No quieren que el Euro 7 ya deje de lado estos bloques.
Sin embargo, los fabricantes no escaparán de una gran caída en los umbrales de los principales contaminantes, incluidos los óxidos de nitrógeno, y la adición de nuevos contaminantes a la lista de medidas.